1.
Definición de Evaluación
Santos Guerra (2010, p. 11), define la
evaluación como “un fenómeno que permite poner sobre el tapete todas nuestras
concepciones. Más que un proceso de naturaleza técnica y aséptica, es una
actividad penetrada de dimensiones psicológicas, políticas y morales”.
En este orden de ideas, más que el
acto de recoger información para establecer el resultado académico del
estudiante, la evaluación dentro del contexto educativo se define como un
proceso armónico, que hace énfasis en la práctica dialógica y comprensiva del
aprendizaje a partir del contexto, los intereses y las necesidades particulares
del sujeto a evaluar.
Al respecto, Díaz
Barriga y Hernández (1998 p.179) agregan que la evaluación es un proceso
continuo de reflexión sobre la enseñanza y debe
considerársele como parte integral de ella. Por lo que afirman los citados
autores que sin la evaluación se hace imposible la comprensión, la
retroalimentación, la actualización y la puesta en marcha de mejoras en el
proceso de enseñanza – aprendizaje.
De allí se desprende la necesidad de adecuar
la evaluación a la realidad, de manera que su estructura evidencie una relación
directa con los contenidos, las estrategias y los medios establecidos para la
comunicación, brindando una valoración justa, con indicadores que permitan
constar la realidad de los diferentes contextos en los que vaya a ser aplicada.
Esta visión moderna de evaluación supone la
integralidad, la sistematicidad, la continuidad, la practicidad y el equilibrio
permanente entre la valoración cualitativa y la cuantitativa, necesarios para
dar cuenta de los avances, procesos y resultados obtenidos en relación con las
competencias a desarrollar.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario